- Usted está en:
- Portada / Columnas de Opinión / Nicolás Fernández
Licencias médicas
Otorgar licencias médicas sin fundamento no es propio de la ética médica. Si bien puede tratarse de hechos muy aislados, es un problema que hay que atacar; el actuar deshonesto de los médicos y los pacientes no puede ser aceptado.
Jueves 15 de septiembre de 2016
La encuesta sobre el uso de licencias médicas realizada por la organización Inmune, promotora del correcto uso de los reposos laborales, arrojó resultados preocupantes. Entre los más alarmantes está el que un 70% de los encuestados justifica el fraude en las licencias médicas, muchos por considerarlo un acto de justicia ante un sistema de salud poco accesible.
Lo anterior implica un gran perjuicio para las personas realmente enfermas y mayores gastos en salud. Según datos del Ministerio de Salud, cada año se gastan unos US$ 300 millones en licencias médicas fraudulentas, dinero que podría ser utilizado en 9.051 trasplantes cardíacos, 682.537 cirugías de apendicitis o en 101.058 tratamientos de epilepsia para adultos.
Otorgar licencias médicas sin fundamento no es propio de la ética médica. Si bien puede tratarse de hechos muy aislados, es un problema que hay que atacar; el actuar deshonesto de los médicos y los pacientes no puede ser aceptado.
Hoy, con todo lo ocurrido en relación a comportamientos alejados de la ética en los ámbitos público y privado, no podemos permitir que situaciones como ésta enloden el gran profesionalismo y compromiso de los médicos. De lo contrario, seguiremos avalando y profundizando la corrupción en todos los ámbitos de la vida en sociedad.