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Ambiciosos proyectos trae Club de Investigadores IPSUSS 2015
Que los niños chilenos coman más pescado, que las mujeres usen un método más cómodo que el PAP o que se aborde la sexualidad en jóvenes con discapacidad cognitiva, son algunos de los proyectos que los estudiantes de la USS están desarrollando bajo la tutela del Instituto. El objetivo es que algunos de esos trabajos postulen a fondos y se concreten como investigación científica.
Domingo 17 de mayo de 2015
Una veintena de proyectos han sido presentados este año al Club de Investigadores del IPSUSS (Instituto de Políticas Públicas en Salud de la U. San Sebastián). Esta iniciativa apunta a enseñar a los jóvenes estudiantes de carreras de la salud cómo hacer una investigación científica, y ayudarles a llevarla a cabo.
"Aspiramos a que ustedes entiendan cómo es la investigación biomédica, cuáles son las ideas esenciales, cómo se ordena el pensamiento para llegar de una idea general a una particular", les dijo el director de IPSUSS, Jaime Mañalich, en el acto inaugural de actividades 2015.
"En lo concreto, aspiramos a que cada uno de ustedes haga al menos una publicación en un medio científico, y que al final del curso se entregue un proyecto de investigación en un formato tal que sea postulable a un fondo de investigación de una universidad, una institución o una empresa". |
Los participantes en este Club de Investigadores son estudiantes de diversos niveles y carreras, desde Segundo año de Medicina u Obstetricia hasta Cuarto año de Nutrición, por ejemplo.
A Josefina Styles (2° Obstetricia) le llamó la atención el bajo interés que hay entre las mujeres de 30 a 60 años para hacerse regularmente el examen de Papanicolau (prevención del cáncer de cuello uterino). Ella quiere ver si al cambiar este tipo de test -que es un tanto incómodo- por otro que se lo hace la propia mujer, se puede aumentar la cobertura. "Es un examen que se llama Autotoma Vaginal, que se utiliza en muchos países de Latinoamérica", explica la futura obstetra. "Aparentemente tendría un 95% de efectividad, incluso mejor que el PAP, mucho más barato, menos invasivo, la persona lo puede realizar en su casa, entonces tiene todas las de ganar sobre el PAP y no se ha implementado todavía. Las comparaciones ya están hechas y lo que me gustaría es que se implementara en Chile", dice.
Danai Soler cursa 4° Año de Nutrición y junto con tres compañeras decidieron enfocarse en los hábitos de alimentación de los niños. "Nos preocupa que en cierto grupo etáreo, los preescolares, hay un bajo consumo de pescados y mariscos. Nuestro proyecto de investigación consiste en ver si una técnica educativa aumentaría este consumo", plantea. |
"A diferencia de Japón, donde en promedio cada persona come 50 kilos de pescado al año, en nuestro país apenas llega a 7 kilos al año", explica Constanza Severin, otra de las integrantes del grupo. "Pero son cifras globales. No hay estudios sobre lo que pasa específicamente con los niños".
Debido a que los pescados y mariscos contienen nutrientes importantes para el desarrollo, ellas decidieron inventar un juego para interesar a los preescolares y establecer desde esa edad el hábito por comer estos alimentos.
"Nosotros creamos una alfombra de juegos, similar al Monopoly, donde se va avanzando por un camino y en cada casillero se entrega datos sobre los beneficios de comer mariscos y pescados", explica Gabriela Hernández. "Incorpora un premio, que es sacar de la piscina central uno de los pescados y añadirlo a su plato. Además cada niño tiene una barra de energía para ir ganando stickers si asimila que el pescado hace bien para el cerebro. Esa es la idea. Es un juego original, que se basa en dibujos". |
Ya se ha visto que intervenciones similares, a temprana edad, pueden cambiar hábitos, por ejemplo en el tema de las colaciones saludables. En muchos casos son los propios niños quienes les piden a sus padres que les compren lo que en el colegio les han enseñado que es mejor. Eso mismo es lo que estas estudiantes de Nutrición desean lograr. "La idea es que si algún día lo llevan a un supermercado y el niño pueda elegir -por ejemplo en el sector de las conservas- que el niño elija un jurel", dice María Paz Espinoza.
También en el ámbito de salud y educación, otro grupo de alumnas de Obstetricia se interesó en la vida sexual de los jóvenes con discapacidades congnitivas que viven en hogares especiales.
"Muchas veces ese tema no es planteado. Entre ellos mismos hay violaciones, hay temas de abuso, y nadie les enseña cómo ellos pueden saciar sus deseos sexuales y entre quiénes lo pueden hacer", relata Carolina Palma.
Pilar Navarro, su compañera de grupo agrega que "la idea es abordarlo desde la educación, que parte básicamente de los papás y del entorno que ellos tienen, y que eso se transforme en un ambiente de cuidado, protector para ellos, precisamente para evitar las violaciones y todo eso. Nosotros somos voluntarias y ellos son niños que están en hogares, donde nadie les enseña. Como ya sabemos las cosas que pasan, queremos ir más allá".
El Club de Investigadores de IPSUSS comenzó a sesionar una vez por semana, para ir examinando las ideas, aprender a formular preguntas científicas y la metodología necesaria para llevar a cabo el trabajo.
La subdirectora de IPSUSS, María Inés Romero, felicitó a los estudiantes por su interés en este campo y les dijo que "sé que van a ser buenos investigadores porque están partiendo muy jóvenes, y porque se les van a hacer exigencias rigurosas que les van a servir para cumplir todos los requisitos de una investigación de alta complejidad". |