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8 de marzo: Día de arrepentimiento para los hombres
La discriminación que sufren las mujeres está lejos de haber terminado. Solo excepcionalmente acceden a cargos de nivel superior, están sub-representadas políticamente, en países con severas medidas de control de natalidad se las asesina apenas nacen...
Domingo 8 de marzo de 2015
Es el Día Internacional de la Mujer. Desde el inicio de la historia, la división del trabajo por género llevó aparejado una discriminación de derechos en perjuicio de ellas. Hasta hace muy poco en Occidente no podían votar, tampoco tener un trabajo remunerado, propiedad, e incluso la violencia en su contra se explicaba con eufemismos inaceptables.
La discriminación que sufren las mujeres está lejos de haber terminado. Solo excepcionalmente acceden a cargos de nivel superior, están sub-representadas políticamente, en países con severas medidas de control de natalidad se las asesina apenas nacen, en otras culturas se les amputa el clítoris para disminuir el placer sexual, la responsabilidad de crianza sigue siendo de ellas, quienes trabajan fuera del hogar sirven en la práctica una doble jornada, casi todos las familias uniparentales dependen de la madre, y el permiso post-natal casi nunca es tomado por hombres. Para cargos similares, la diferencia de remuneración a favor del hombre es de 15%.
Es difícil pensar cómo hacerlo; pero ha llegado el momento en que el género hombre le pida disculpas al género mujer y que reflexionemos de nuevo con cierta sensación de culpa, en qué sociedad queremos construir juntos. La fuerza feminista tiene justificación, y a veces pareciera que toma la forma de un regreso de las amazonas. Nadie gana con eso. Ejemplo: la mujer chilena es la que más fuma en el mundo. En pocos años, eso se traducirá en una peor vejez, disminución de la expectativa de vida y que el cáncer de pulmón se transforme en la primera causa de muerte por enfermedades malignas entre las mujeres. A su vez, una madre que fuma determina hijos fumadores.
Otro: la discusión sobre una nueva Ley de Aborto se desplazará sin duda desde un tema sanitario, desde donde no hay justificación para implementarla, a un derecho de la mujer a elegir; y ese argumento será muy poderoso. La idea que hasta cierto momento el embrión/feto es parte de la propia mujer y no “un otro” será el concepto esencial de la discusión.
En este contexto, transformar la tramitación de esta Ley en una guerra por o contra el aborto puede adquirir una dimensión precisamente contraria a lo que se pretende recordar hoy: la dignidad de la mujer debe estar al centro, la discusión debe hacerse con respeto y sin descalificaciones, los Parlamentarios deben actuar con seriedad extrema respetando los cauces que el Gobierno ha definido para este proceso. En realidad, los 365 días del año son también los días de las mujeres, que son madres; pero no solo madres. A nombre de muchos, pedimos disculpas.