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Chile: Un modelo de salud mental equivocado
En Chile hay grandes inequidades sociales y una prevalencia en el consumo de drogas que es mucho más grave en la extrema pobreza y en los niños y jóvenes. Las enfermedades mentales en esta población alcanzan el 70% y de ellos, un 10% requiere internación en centros de salud mental.
Jueves 14 de abril de 2016
En Chile hay grandes inequidades sociales y una prevalencia en el consumo de drogas que es mucho más grave en la extrema pobreza y en los niños y jóvenes. Las enfermedades mentales en esta población alcanzan el 70% y de ellos, un 10% requiere internación en centros de salud mental.
El Sename históricamente ha coordinado una oferta prioritariamente privada de residencias y hogares, pero que no cuentan con los recursos ni con la experticia para hacerse cargo de las patologías mentales, adicciones a drogas, violencia, explotación sexual infantil y trastornos de aprendizaje de los niños que cuidan.
El ministerio de Salud tiene la obligación legal de dar prestaciones en forma prioritaria a los niños más vulnerables, pero ésta ha sido desconocida y postergada permanentemente, arguyendo que el modelo de salud comunitario integral algún día será capaz de abordar con la oportunidad y con la complejidad de intervención, las necesidades de toda la población, incluidos los más vulnerables.
Nuestro modelo de salud mental es incapaz de dar respuesta a las necesidades de atención de los chilenos, y no ha incorporado los dispositivos especializados de tratamiento residencial de salud mental para niños, niñas y adolescentes más vulnerables, existiendo sólo una unidad de mediana estadía en Chile con sólo 4 camas y no habiendo ninguna unidad residencial para jóvenes con enfermedades mentales.
En tanto Senda tiene una red de tratamiento enfocada en esta población que resulta poco efectiva, ya que pese a tener cuantiosos recursos no logra disminuir el consumo de drogas en los jóvenes con adicciones y con compromiso biopsicosocial severo.
Es necesario un cambio de mirada, en el 2013 el Minsal levantó el proyecto de habilitación de dos unidades de mediana estadía "polivalentes" en Santiago y en Concepción para los jóvenes con alta vulnerabilidad social y enfermedades mentales severas y dispuso recursos para habilitar 10 unidades residenciales de iguales características en todo Chile. Sin embargo, estas iniciativas no fueron entendidas y se dejaron sin efecto el año 2014.
En Chile debemos hacer frente a los graves indicadores de salud mental de los niños, niñas y jóvenes con las tasas más altas del mundo en adicciones, depresión, intento de suicidio, obesidad y trastornos del aprendizaje. Para ello, debemos facilitar profesionales integrados en atención primaria con los protocolos de atención y la capacitación necesaria para abordar estas temáticas, también se deben desarrollar dispositivos de gestión conjunta entre Sename, Senda y Minsal que den respuesta especializada y de tipo integral ambulatoria, residencial y hospitalaria a los menores más vulnerables con patologías mentales complejas, ello tendría un importante impacto además en las tasas de delitos y en la incorporación a la sociedad.