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Cambio de pirámide alimentaria chilena
Por primera vez aparece el agua en nuestras recomendaciones, presentada al centro del círculo. Esto es muy positivo, ya que los chilenos se hidratan básicamente con bebidas azucaradas, lo que nos sitúa entre los países con mayor consumo en el mundo.
Viernes 20 de marzo de 2015
Hace unas semanas los medios de comunicación informaron sobre la medida del MINSAL para reemplazar la pirámide alimentaria chilena por un círculo o plato, en el cual están presentes los diferentes grupos de alimentos. Este nuevo ícono va en concordancia con las nuevas Guías Alimentarias para Chile.
Estas nuevas guías llegan en un momento necesario debido a todos los antecedentes de obesidad, enfermedades crónicas, sedentarismo y mala alimentación, que nos ubican entre los países con mayor obesidad tanto en los niños como en los adultos y con la peor alimentación.
Este plato ilustra lo que dicen las guías alimentarias nacionales. Lo más relevante es que realza el consumo de frutas y verduras, ya que representa un 50% del círculo. En Chile -pese a ser uno de los grandes productores de fruta a nivel mundial y producir verduras de excepcional calidad- su consumo solamente alcanza a la mitad de lo recomendado (500 gramos al día).
Por primera vez aparece el agua en nuestras recomendaciones, lo que está presentado al centro del círculo. Esto es muy positivo, ya que los chilenos se hidratan básicamente con bebidas azucaradas, lo nos sitúa entre los países con mayor consumo en el mundo.
Asimismo se reduce proporcionalmente los cereales y el grupo de aceites y grasas. En la pirámide alimentaria la prioridad la tenían los cereales y derivados -que eran su base- y además contenía porciones de intercambio, que eran más pequeñas que las unidades en las cuales come una persona. Otro punto positivo es que la ilustración contiene imágenes de actividad física. Hay que recordar que un 90% de los chilenos es sedentario.
Si creemos que estas guías y su nuevo círculo solucionará los problemas de obesidad en Chile, estamos equivocados. Pero es un grano de arena más, que debe sumarse a la incorporación de las nutricionistas en las escuelas; a los cambios de la alimentación entregado por JUNAEB en las escuelas; la existencia de un buen etiquetado nutricional; impuestos para alimentos altos en grasa y azúcar.